Léxico veterinario
Enfermedades dentales en perros
A caballo regalado no le mires el diente, pero al perro sí que debería revisarle los dientes con regularidad. El sarro, la caries y la periodontitis no solo nos afectan a nosotros, los humanos, sino también a nuestros amigos peludos. Además, pueden ocasionar fuertes dolores al comer y limitar la masticación. El perro, al igual que su antepasado el lobo, sigue teniendo una verdadera dentición típica para los carnívoros, algo que se ve claramente incluso en los Chihuahua. Entre los cuatro caninos (colmillos) dominantes se encuentran los pequeños e insignificantes incisivos. En la parte posterior de la boca del perro siguen los bunodontes (premolares y molares) con su una forma estrecha típica de los carnívoros y sin una gran superficie oclusal como la de los herbívoros. Asimismo, la saliva del perro tiene ciertas particularidades. A diferencia de los herbívoros y los bípedos, no contiene enzimas para descomponer los alimentos. De este modo, la digestión del perro no comienza en la boca, sino en el tracto gastrointestinal.
Dolor de dientes, gingivitis y sus consecuencias
A menudo, los primeros síntomas evidentes del dolor de dientes o de una gingivitis son el mal olor del hocico debido a la inflamación purulenta, una menor ingesta de alimentos, mayor ruido al comer y una mala transformación de los alimentos. En esos casos hay que actuar con rapidez. Y es que el perro no solo sufre un fuerte dolor, sino que también cabe el riesgo de que sufra daños permanentes debido a la inflamación progresiva en la zona de la boca que afecten a su salud general. Asimismo, las bacterias, el pus como los materiales de la descomposición que surgen a raíz de la inflamación de los dientes o las encías y que el perro ingiere al tragar alcanzan con mucha rapidez otros órganos, infectándolos. De modo que un «inofensivo dolor de dientes» puede manifestarse rápidamente en una enfermedad grave. Por lo tanto, no debería faltar una revisión dental exhaustiva en el veterinario al menos una vez al año. A través de una limpieza dental, el veterinario puede eliminar rápida y fácilmente el sarro que, al igual que en los humanos, puede provocar gingivitis en los perros. En cambio, los dientes con grandes desperfectos y daños periodontales han de extraerse bajo anestesia para que el animal pueda volver a comer sin dolor y para prevenir o detener una inflamación profunda de las encías, la raíz del diente o el tejido circundante. El perro puede volver a comer bien incluso con unos pocos dientes, ya que las encías se endurecen rápidamente y permiten una masticación casi normal.
Cuidado dental a través de la alimentación
Además de la revisión veterinaria, es muy recomendable el cuidado dental en casa. Para la limpieza natural de los dientes, es aconsejable darle al animal de vez en cuando huesos duros o artículos para masticar sólidos. De esta manera, se elimina la placa de forma natural, mientras que se estimula el flujo sanguíneo en las encías, lo que contribuye de forma ideal a una buena salud dental y previene la gingivitis. Otro efecto positivo es que se fortalecen los músculos de la masticación. Por lo tanto, los artículos naturales para morder no solo son un gran pasatiempo para su amigo peludo, sino que resultan beneficiosos para la salud dental y la firmeza de las encías.
Por el contrario, a pesar de lo que muchos creen, el pienso seco no contribuye a la higiene dental. Esto se debe al comportamiento alimentario y la anatomía de la dentición del perro, que, como ya mencionamos, difiere claramente de la de un herbívoro. Dada su anatomía, la dentición del perro está diseñada para tomar la comida, dividir la carne grosso modo en trozos y dirigirlos rápidamente hacia el esófago. Carece de los grandes molares característicos para los herbívoros, que los necesitan para triturar la comida. Por lo tanto, engullir la comida es parte de la naturaleza del perro y no una mala costumbre. A su vez, esto ilustra por qué el pienso no limpia los dientes, ya que los perros también lo engullen y muerden los pellets 2-3 veces como mucho. De hecho, las migas que quedan atrás, en combinación con la saliva, pueden asentarse incluso mejor en los surcos de las muelas del perro. Estos restos de comida constituyen un caldo de cultivo ideal para las bacterias entre los dientes, lo que permite un desarrollo más rápido de caries y periodontitis, así como de gingivitis. Por supuesto, los piensos o las golosinas que contienen azúcar resultan muy desfavorables para la salud dental, no solo para nosotros los humanos.
Nada saludable para los dientes y las encías del perro: azúcar
Al igual que las personas, hay amigos de cuatro patas más o menos propensos a sufrir problemas dentales debido a la dureza innata de sus dientes. Los perros con dientes mal alineados (maloclusión) son especialmente susceptibles a padecer inflamaciones en dientes o encías, ya que suelen tener muchos huecos donde se acumulan el sarro y las bacterias. Se ha demostrado que cepillarles los dientes a los animales con una dentadura sensible es una buena forma de prevenir enfermedades dentales. Al cepillar los dientes con regularidad se eliminan restos alimenticios y se reduce la formación de sarro. Para ello se deben utilizar únicamente accesorios especiales de veterinario. Nuestros utensilios dentales no son adecuados para nuestros cuadrúpedos. Nuestros cepillos de dientes suelen ser demasiado duros para las sensibles encías de los perros y nuestros dentífricos con fuerte sabor a menta son de todo menos refrescantes para el paladar canino. Además de un buen cuidado, el requisito fundamental para unos dientes sanos es darle al perro comida saludable que no contengan azúcar ni otros edulcorantes, ya que estos ingredientes pueden desgastar rápidamente los dientes del perro más sano e incluso provocar enfermedades bucodentales.
Cuidado dental en los perros
El cepillado regular previene la formación de sarro y placa. Estas acumulaciones no solo tienen un aspecto feo y causan mal aliento, sino que también favorecen la colonización de bacterias. Los perros necesitan productos especiales para su cuidado dental. No se deben utilizar cepillos y pastas de dientes para humanos. No son adecuados para los animales y pueden resultar más perjudiciales que beneficiosos. Los cepillos de dientes especiales para perros tienen cerdas suaves y un diseño ergonómico que se adapta a la dentadura del perro. Hay cepillos con mango o en forma de dedal en el que simplemente se introduce un dedo. Si no está seguro, pruebe distintas opciones para averiguar qué funciona mejor con su perro. La pasta dentífrica para perros no contiene ingredientes perjudiciales para los animales, tiene un sabor adaptado al paladar animal y no produce tanta espuma. Límpiele los dientes a su cuadrúpedo dos o tres veces por semana. Lo mejor es acostumbrar al animal a la limpieza desde cachorro. Masajee primero solo las encías y use el cepillo después. Comience por los molares y continúe hacia los incisivos. Si el perro lo tolera bien, ábrale con cuidado el hocico y limpie las superficies de masticación y la parte interior. Asegúrese de que el perro asocie el cepillado de los dientes con algo positivo. Elogiarlo mucho, darle una golosina o jugar con él a continuación harán del ritual una experiencia agradable para el perro.
Esto también facilitará la revisión dental por parte del veterinario. Si no hay forma humana, o perruna, de cepillarle los dientes a su perro, puede servirle un gel especial para el cuidado dental. Se aplica sobre los dientes sin cepillarlos y los limpia a través de enzimas.