FAQ
Las preguntas más frecuentes
Alimentación
Con el aumento de la edad a menudo disminuye la demanda energética del perro, se reduce el metabolismo y se atenúa la actividad física. El envejecimiento debilita tanto la masa corporal magra como los músculos, de manera que las reservas de proteínas se reducen. Por su predisposición y sus achaques previos, el animal envejecido puede verse sometido a un alto grado de estrés, por eso es importante compensar esas reservas a través de dosis de proteínas de calidad y de fácil digestión. Por consiguiente, en su alimentación el perro necesita mucha carne de calidad y, en la medida de lo posible, con poca grasa, para poder hacer frente al cambio de metabolismo.
El objetivo principal de la alimentación de los perros mayores es que estén sanos, dentro de su peso ideal y que no tengan enfermedades crónicas. Hay que evitar situaciones angustiosas, cambios repentinos en sus rutinas diarias y cualquier otro tipo de estrés.
Los perros sénior no deben consumir ya cereales en su alimentación para que la digestión y el aprovechamiento de los nutrientes no supongan una carga adicional para ellos. Determinadas hierbas medicinales ayudan a prevenir o a atenuar dolencias derivadas de la edad en el corazón, los riñones o el sistema inmunitario. Sin embargo, en caso de enfermedades que conllevan un desequilibrio hormonal, como, por ejemplo, el hipertiroidismo o la diabetes mellitus, así como en caso de tumores o limitaciones en la función digestiva/trastornos de las enzimas a raíz de una función pancreática dañada, entre otros, es posible que los perros mayores tengan una demanda energética aumentada, en vez de disminuida, y haya que adaptar la cantidad de comida. De modo que siempre hay que adaptar la cantidad de la comida al metabolismo individual de cada perro sénior. En caso de perros mayores con un gran apetito que a su vez necesiten un bajo contenido en grasas, el menú Garden Casserole, puede ser un buen tentempié entre las comidas principales.
Básicamente para perros sanos es importante que entre la ingesta de comida húmeda y la de pienso transcurran al menos ocho horas. Esto se debe a que la digestión de los distintos tipos de pienso no tiene la misma duración. La comida húmeda se divide y digiere en solo 6 horas. El pienso seco, por su composición distinta, requiere realizar una digestión de entre 10 y 12 horas. Cuando ambos procesos de digestión se solapan, en el aparato gastrointestinal del perro se generan desechos y fermentaciones que atacan la mucosa del animal. Esto puede provocar flatulencias e indigestión.
La alimentación en perros enfermos
En ese caso, debería consultar a su veterinario, si dada la actual evaluación, sería mejor pasar al perro a una dieta renal o si se podría considerar una alimentación preventiva.
Encontrará comida para una dieta renal entre nuestros productos veterinarios. El Alimentum Veterinarium Low Protein es un producto de bajo contenido en fósforo para aliviar los riñones. Si según el veterinario aún no se requiere una dieta renal, se podría reducir el contenido en proteínas de las comidas. Esto protegería los riñones que tienen una función clave a la hora de evacuar metabolitos que se producen, entre otros, al descomponer/transformar proteínas. Para reducir la ingesta de proteínas en las comidas se puede combinar, por ejemplo, la línea Senior con la Garden Casserole de Terra Canis en una proporción de 80:20.
Recuerde que es importante que el animal enfermo acuda periódicamente a su veterinario para que compruebe su función renal.
Problemas con la alimentación
Puede deberse a muchos motivos. A menudo es por una intolerancia frente a uno o más componentes de la comida. Puede deberse a una alergia (una reacción a uno de los componentes de la comida), sin embargo, también puede ser por una digestión limitada (por ejemplo, que no se produzca en la cantidad adecuada una cierta enzima).
Que defeque tan a menudo es un síntoma de que el perro no puede digerir todos los nutrientes de los alimentos y de que expulsa muchos que todavía no se han procesado. En estos casos hay que averiguar cuál es la causa. El veterinario que le trata puede modificar la alimentación y determinar cómo debe hacerse el seguimiento.
En perros muy sensibles puede producirse una irritación del intestino por un cambio muy rápido en el tipo de alimentación o por la transición entre pienso seco y comida húmeda, y esto puede conllevar una alteración de las deposiciones. En el caso de algunos perros hay que controlar que el cambio de comida se produzca más paulatinamente a lo largo de varios días y que entre la ingesta de pienso seco y de la comida húmeda transcurra un cierto tiempo (8 horas), para que en el tracto gastrointestinal no se mezclen y no se produzcan procesos inadecuados. En casos concretos habrá que comprobar si el perro en cuestión digiere fácilmente únicamente un tipo de comida. Las flatulencias, los eructos y los dolores de estómago son muestras de que algo no va bien.
Información de los productos
El contenido proteico del pienso siempre tiene que guardar relación con el consumo energético. En todos los menús de Terra Canis se tiene en cuenta esta proporción. Por su alto contenido en carne magra todos los menús contienen una gran cantidad de proteína de calidad y muy fácil de digerir. Para perros algo más obesos se recomienda la línea Light, que contiene menos calorías y grasas. El contenido proteico se mantiene, para que no se reduzca la masa muscular, sino únicamente para disminuir el excedente de grasa.
En caso de enfermedades hepáticas o renales se recomienda también reducir la dosis de proteínas. Por ello es necesario estar en constante intercambio con el veterinario.
En cuanto a la cantidad de carne, el objetivo de todos los menús de Terra Canis es ofrecer el valor proteico óptimo para el perro. Las recomendaciones veterinarias incluyen un mínimo del 18 % de contenido proteico y es lo que tomamos como referencia en todos nuestros productos.
Para poder comparar mejor los alimentos para animales, las profesiones veterinarias y los expertos en alimentación habitualmente comparan el contenido de las correspondientes materias secas entre sí y la humedad natural del alimento se deduciría de ahí. Únicamente así es posible comparar el contenido de valor proteico 1:1.
Muchos piensos para mascotas en el mercado emplean menos carne que nosotros. Recurren en su lugar a harinas cárnicas o a fuentes de proteínas vegetales. Los datos sobre el contenido proteico son un valor meramente cuantitativo que no aportan información sobre la calidad de dichas proteínas. Por este motivo hay que considerar siempre la composición. En los piensos secos de alta calidad la carne debería constar siempre como el primer ingrediente de la lista.
Nuestros menús sin cereales de la línea Grain-free, Light, Senior, así como los menús Mini contienen únicamente carne, verdura, fruta y hierbas.
Falta un componente que los ligue. Al calentarse la lata, todas las materias primas exudan agua ya que en su estado natural contienen un grado de humedad del 70 al 90 %, y eso se queda dentro de la lata cerrada. Al contrario, por ejemplo, que cuando se cocina, que el agua que se expele se evapora y la cantidad se reduce, en el caso de lata no puede salir y se queda dentro. Por la falta de cereales y de material coaligante la consistencia de los menús Grain-free siempre va a ser algo más tierna y también contiene algo de gelatina o agua. Los menús Classic también contienen esta agua, pero ligada a través de estos pseudocereales es algo menos "visible".
La gelatina o el agua liberada también hay que ingerirla puesto que contiene innumerables micronutrientes. Además, es importante hacerlo, porque el perro al ingerir comida húmeda recibe también gran parte de la humedad que su organismo necesita. Que la consistencia se vea como más tierna no debe relacionarse con que sea de "peor calidad". Es más bien la consecuencia de una receta sin cereales y de prescindir de elementos ligantes.
El método más fiable para saber cuál es peso neto real con relación a los datos en gramos que se recogen en la etiqueta consiste en pesar la lata cerrada. Hay que restar el peso de la lata vacía y el de la tapa.El resultado es el peso neto del contenido de la lata.
Aquí consta el peso de las latas vacías y de la tapa: 100 g: 26 g; 200 g: 37 g; 400 g: 51 g; 800 g: 95 g
Es posible que se dé una desviación de +/-1 a 2 g.
La oficina de pesos y medidas comprueba periódicamente el peso neto del relleno. Siempre es mejor pesar la lata cerrada y restarle el peso de la lata vacía y de la tapa. También es importante retirar todos los líquidos, escurrir el contenido y pesarlo.
La hierba de cebada produce más tarde los granos de cebada de largas pajas verdes, pero antes se parece a las frescas hierbas aromáticas que se utilizan en la cocina. Así que el superalimento hierba de cebada lo único que tiene de cereal es el nombre, porque aparte de eso no tiene que ver con el vegetal de fécula. La hierba de cebada no contiene ni gluten ni cereales y dispone de diversos nutrientes que son los que buscan los de su condición. Esta bomba de nutrientes verde incluye una gran variedad de nutrientes de primera necesidad, como, vitaminas, minerales, sustancias vegetales secundarias y antioxidantes. Además, también es rica en el "supernutriente" clorofila.
Sin embargo, la hierba de cebada no es solo una bomba de nutrientes de primera necesidad, sino que también ayuda a que el organismo mantenga el intestino en buenas condiciones, una piel intacta y un equilibrado metabolismo basal ácido, así como que lleve a cabo procesos metabólicos sanos.
Pedido, transporte y entrega
La parte interior de nuestras latas está revestida de plástico para que ninguna sustancia nociva consiga llegar al contenido. Al contar con este recubrimiento, que las latas se abollen no supone ningún problema.
Nosotros no trabajamos con latas para comida de mascotas, que es lo habitual en el caso de los alimentos para perros y gatos, sino que utilizamos latas de conservas para humanos. Son las latas que normalmente se emplean para comida (sopas, etc.). Consideramos que el recubrimiento interior es necesario para garantizar un producto final impecable, porque evita que los metales pesados de la lata puedan llegar al contenido. Debido a la alta calidad del recubrimiento, aunque la lata se dañe los metales pesados no llegarán a estar en contacto con el producto.
Podemos asegurar que el esmalte y los sellantes que empleamos no contienen ftalatos (plastificantes).
En el sistema de esmaltado interior se emplea bisfenol A. El reglamento (CE) nº 1895/2005 de la Comisión Europa, aprobado el 18 de noviembre de 2005, contempla la restricción en el uso de determinados derivados epoxídicos en materiales y objetos destinados a entrar en contacto con productos alimenticios.
Los límites de migración máximos de BADGE y algunos de sus derivados: 9 mg / 6 dm. Nuestros productos superan con creces estos valores. Por eso sometemos a peritaje todos los esmaltes que empleamos.
También comprobamos que el sellante de impresión soluble cumpla con los requisitos recogidos en el artículo 3 del Reglamento (CE) nº 1935/2004, así como con el artículo 30 y 31 de la sección 1 de Ley de productos alimenticios y mercancías alemana (LMBG por sus siglas en alemán), lo cual incluye también el párrafo 5 sección 1 de la mencionada ley. Siempre que no encuentre grietas en la lata y que el alimento huela normal, puede consumir el contenido con total confianza.
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