Pienso seco, un tipo de alimento con un bando a favor y otro en contra entre los amantes de los perros

Hoy en día hay una gran variedad culinaria con la que nuestros amigos, desde los más exquisitos hasta los que se conforman con poco, encontrarán prácticamente de todo: un bocado delicioso para perros enanos, un menú de fiesta para un día especial o un snack a base de superalimentos. Así está claro que hay de todo para todos los gustos perrunos y que nuestros amigos nunca van a tener una dieta aburrida. Para ofrecerle al perro una alimentación sana, equilibrada y acorde a las necesidades de su especie, sus dueños no escatiman esfuerzos, y hacen bien, pues, al igual que en nuestro caso, también podríamos sostener: "Dime lo que comes y te diré quién eres." Pero para que una dieta sea sana, no solo es relevante la lista de ingredientes, sino también si ese rico menú se prepara para obtener un producto húmedo o seco. Y las opiniones con respecto a ello difieren mucho unas de otras. Así, tenemos a los defensores del pienso seco, a los que les encantan los menús en lata y a los especialistas en dietas BARF. Y entre estos bandos, por supuesto, a aquellos que, para no equivocarse, prefieren combinar pienso seco y húmedo. Por tanto, no hay una respuesta única y verdadera a la cuestión de la modalidad de alimentación más adecuada para los perros. En resumen, lo que podríamos asegurar es que dependiendo del perro, la calidad y el tipo de alimento seco, alimentarlo con comida seca puede ser una buena opción, incluso muy sana.
La elaboración del pienso seco, una cuestión de metodología

Si echamos un vistazo con calma a la evolución de la industria de la alimentación para animales hasta la actualidad, pronto reconoceremos que, antes de llegar a los variados menús para perros, no siempre se pensaba en el animal en primera instancia, sino que los avances tecnológicos solían influir notablemente en las recetas.

La producción moderna de piensos secos comenzó en 1957 y prosiguió durante los años 60. Los primeros alimentos secos comerciales para perros se producían mediante horneado, lo que permitía elaborar recetas muy buenas con un alto contenido de carne. Pero después se pasó a la extrusión, un método que requiere una masa con un alto contenido en cereales para que el producto conserve la forma y la consistencia deseadas. Debido a esto, el contenido mínimo de cereales o almidón en la formulación inicial del producto extruído suele ser superior al 40 %, una cifra que no es acorde con lo que por normal general se considera un alimento apto para esta especie. Como carnívoro-omnívoro que es, la anatomía y el metabolismo del perro no están preparados para aprovechar unas cantidades tan ingentes de almidón. Pero con la implantación de la extrusión, y dada la baja complejidad de este método, se empezaron a producir cada vez más alimentos secos con un alto contenido en trigo u otros ingredientes similares (como la harina de arroz o de maíz o la cebada). Así, el mercado de la alimentación para perros se fue alejando cada vez más de productos con un alto contenido en carne fresca y, por tanto, del principio nutricional evolutivo que define una dieta sana y apta para este animal.

 

Canireo: un pienso seco elaborado en horno que solo lleva carne fresca

Los piensos secos modernos disponibles hoy en día en el mercado suelen ser a base de harinas de carne, cereales u otras fuentes de proteínas de menor calidad. Dado que la indicación del contenido proteico es un valor puramente cuantitativo, no dice nada con respecto a la calidad de las proteínas. Por tanto, que el nivel de proteínas contenido sea alto no tiene por qué implicar que el alimento sea de gran calidad, ya que los cereales y las harinas también pueden aportar proteínas. La principal fuente de energía del perro son las proteínas de su comida, a ser posible, de origen animal, por lo que si no se alcanzan los valores recomendados, el aporte no será suficiente.

No obstante, observando al propio perro se puede ver bien la calidad de proteínas que contiene su comida: si le brilla el pelo, tiene las uñas fuertes y hace bien la digestión, esto es un claro indicio de que se le está alimentando con productos de calidad.

A fin de hacer superfluo el uso de cereales, para la elaboración de nuestro pienso seco Canireo optamos por el antiguo método del horneado, que fue el original. Los ingredientes de la receta se mezclan como si de un bizcocho se tratara, se les da forma de bolitas y se someten a un proceso de horneado suave tras el cual quedan crujientes y que les aporta un fantástico aroma tostado; además, la elaboración a baja temperatura permite conservar las vitaminas y los minerales.

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Una receta muy especial

Al igual que para el resto de los menús de Terra Canis, para crear la receta de Canireo nos fijamos en el principio nutricional evolutivo, que toma como referencia el lobo, del que desciende el perro. En plena naturaleza, los lobos comen, entre otros vegetales, bayas, hierbas, hierba, tubérculos y frutas, todos ellos ingredientes que contribuyen a una alimentación equilibrada. Para el perro es igual de importante ingerir esta fibra natural, que le permite tener una digestión sana y el aporte suficiente de nutrientes y minerales.

Por eso añadimos a la carne fresca de Canireo buena fruta, verdura y hierbas, todo de calidad human-grade. Primero secamos cuidadosamente deliciosos ingredientes como calabaza, calabacín, zanahoria, espinaca, manzana, bayas de aronia, apio, patata, remolacha, albaricoque, raíz de perejil y chirivía, para luego triturarlos bien y así mezclarlos con la carne. De esta manera, el organismo del perro puede absorber y metabolizar todas esas vitaminas y minerales de forma óptima.

En lugar de utilizar aditivos artificiales, recurrimos a materias primas naturales, que garantizan que todos los grupos de nutrientes estén equilibrados en el producto final, el cual contiene la cantidad precisa de cada uno.

La aromática levadura de cerveza aporta las importantes vitaminas B, el hígado fresco, suficiente vitamina A, la cáscara de huevo ecológica, el calcio necesario y las algas marinas y la arcilla mineral, muchas otras vitaminas y minerales importantes.

Harina de coco: un superalimento

Entre todos los excelentes ingredientes que incluye la receta de Canireo, también se encuentra la harina de coco, un nuevo "superalimento" realmente milagroso que el intestino de su perro le agradecerá encarecidamente. Es rica en fibra y baja en grasa, no tiene gluten ni colesterol y reúne todas las propiedades beneficiosas de una materia prima saludable. ¡Incluso los perros que sufren alergias la toleran muy bien! Esta harina, que es muy sabrosa, destaca también por ser de muy fácil digestión y tener un efecto positivo sobre los niveles de azúcar en sangre. La harina de coco contiene ácidos grasos saludables que ayudan a absorber los minerales y las vitaminas liposolubles presentes en la comida y que activan el metabolismo. Además, este fantástico superalimento contiene todos los aminoácidos esenciales y constituye así una fuente sana de proteínas para el perro. Tras un proceso de horneado suave a 150 grados, y a pesar de una pequeña pérdida debido al calor, el producto final conserva todos los nutrientes en cantidad suficiente. Una vez terminado el producto, analizamos su contenido en nutrientes en el laboratorio y un veterinario hace las comprobaciones pertinentes.

 

La presa recién cazada, fuente de hidratación

Un aspecto fundamental dentro de una alimentación sana es el aporte suficiente de líquido al organismo. Al devorar a su presa, el lobo ingiere de forma indirecta grandes cantidades de agua, pues la carne cruda, las vísceras, la hierba, las bayas y la fruta caída se componen de entre un 70 y un 80 % de este líquido. De este modo es cómo cubre la mayor parte de sus necesidades de hidratación. La comida húmeda contiene una cantidad de líquido comparable y, por eso, es la que más se acerca a la alimentación natural evolutiva. En caso de que se le dé pienso seco al animal, se recomienda dejarlo ablandar primero en agua, pues solamente contiene un 10 % de líquido natural. Y siempre hay que ofrecerle una cantidad suficiente de agua potable fresca.

¿Lavarse los dientes con pienso seco?

Muchos partidarios de los piensos secos basan su argumentación en que este tipo de pienso limpia los dientes cuando los animales comen las bolitas que lo componen, pero se trata de una justificación equivocada, pues el alimento seco no cepilla los dientes en absoluto. Esto se debe al comportamiento del animal a la hora de comer y a la anatomía de su dentadura, que es totalmente diferente a la de un herbívoro. Esta se caracteriza por unos dominantes colmillos y por unas muelas con una superficie muy estrecha para la masticación. Así, la naturaleza ha diseñado sus dientes para que, tras entrar el alimento, corten la carne en trozos no muy pequeños y la empujen rápidamente hacia el esófago. El perro carece de los grandes molares que caracterizan a los herbívoros, que sí que los necesitan para triturar bien la comida. Por tanto, esa forma de engullir viene determinada por la naturaleza del animal y no es un mal hábito. Esto también ilustra por qué el pienso seco no puede tener un efecto de cepillado en los dientes, pues el animal lo traga rápidamente tras morder las bolitas solo un par de veces. Al contrario, las migas que resultan de la masticación, una vez que se unen con la saliva, pueden incluso introducirse en los surcos de las muelas con más facilidad que en el caso de los alimentos húmedos. Por consiguiente, los piensos secos no tienen ningún tipo de relación con la higiene bucal del perro y esto no es un argumento válido para elegir el tipo de comida.

Para un cepillado natural de los dientes, se recomienda darle ocasionalmente huesos duros, con los que, al masticar, se raspará de los dientes el sarro, rico en bacterias. Además, esto activa la circulación sanguínea en las encías, lo que hace que estén fuertes y estabiliza su salud. Otro efecto positivo es el fortalecimiento de los músculos del perro que intervienen en la masticación. Los productos naturales para morder no solo son un gran pasatiempo para nuestros amigos peludos, sino que también les ayudan en gran medida a tener unos dientes sanos y unas encías fuertes.